Ya son poco más de dos meses desde que te fuiste, pero sigue doliendo tanto como el primer día...
Tu ausencia ha sido una de las cosas más difíciles de enfrentar y creo que seguirá siendo así por mucho tiempo.
Eras tan importante en todo lo mío que al no tenerte siento que perdí un pilar fundamental en mi vida, contigo aprendí a disfrutar de las cosas simples de la vida, y fuiste mi compañero en cosas en las que nadie más podía acompañarme... nadie.
Me gustaría tanto verte, te extraño tanto y me duele no poder tenerte aquí conmigo y abrazarte o simplemente salir a caminar contigo y conversar y arreglar el mundo juntos.
Me haces falta...
me haces mucha falta!!!